Las etapas del embrión y el aborto en el Islam
Allah –alabado y ensalzado sea- dice:
“Hemos creado al hombre de arcilla fina. Luego, le colocamos como gota en un receptáculo firme. Luego, creamos de la gota un coágulo de sangre, del coágulo un embrión y del embrión huesos, que revestimos de carne. Luego, hicimos de él otra criatura. ¡Bendito sea Allah, el Mejor de los creadores! “(23:12-14)
“Ciertamente, cada uno de vosotros, cuando fue creado en el seno de su madre, al principio durante cuarenta días [como] una gota de esperma [nutfa], después ésta se convierte en una adherencia [‘alaqa] durante un tiempo similar, luego durante un mismo plazo de tiempo, se convierte en un embrión [mudgha]. Después de eso, el ángel es enviado, [para] que insufla el alma, y le es ordenado realizar cuatro órdenes, a saber inscribir: los medios de vivir [del nuevo ser], el término de su existencia, sus acciones, y su desdicha o su felicidad futura”. [1]
Lo que sigue está extraído de Tanbihat ‘ala Ahkam Takhlas bil Mu’minat, pág: 36 a la 39, de Sheikh Al-Fawzan –que Allah le preserve-:
“Por consecuencia, oh tú musulmana, eres religiosamente garante de lo que Allah creó en tus matrices, no quieras disimularlo. Allah –alabado y ensalzado sea- dice:
“No le es lícito ocultar lo que Allah ha creado en su seno si es que creen en Allah y en el Último Día”. (2:228)
Y no te apresures en abortar ni en “liberarte” por cualquiera que sea el medio, dado que Allah –alabado y ensalzado sea- te dejó la oportunidad de comer durante el mes de Ramadán en caso de embarazo si el ayuno te fuese pesado o dañino.
En cuanto a lo que se extendió en nuestra época como intervención quirúrgica que facilita el aborto; Ciertamente de Allah somos y a Él retornaremos [Inna Lillahi wa inna ilaihi raji’un], es estrictamente ilícito.
Si el aborto se efectúa mientras que el alma fue insuflada al feto y éste último muere a causa de ello; esto es un tipo de crimen contra un alma cuya muerte Allah –alabado y ensalzado sea- prohibió siempre que no hubiese una razón válida. Este acto forma parte del ámbito de la responsabilidad de los criminales que evaluarán el importe de la multa o si no el valor de la expiación según algunos sabios [que consiste en liberar a un esclavo y el que no pudiese, ha de ayunar dos meses consecutivos].
Algunos sabios también nombraron a este acto “Al-Maw-udatu As-Sughra” [el crimen infantil menor].
Sheikh Muhammad Ibn Ibrahim dijo: “Apresurarse en abortar no está permitido mientras que la muerte del feto no es confirmada [es decir, que el feto esté muerto dentro del útero], en ese caso el aborto está permitido”. [2]
Del mismo modo, el veredicto de la asamblea de los grandes sabios nº 140 realizado el 20/4/1407 de la Hégira fue el siguiente:
1) No está permitido en ningún caso abortar sea cual sea la fase del embarazo excepto por una razón religiosa válida condicionada por restricciones muy severas.
2) Si el embrión está en su primera fase [en los cuarenta primeros días de su desarrollo] y el aborto presenta beneficios religiosos o permite evitar un mal posible, está permitido practicarlo. En cambio, practicar el aborto durante el periodo de miedo de no poder educar a los hijos, por temor a no poder proporcionarles sus necesidades materiales o educativas, temer no poderles garantizar un bonito futuro o por limitar definitivamente el número de hijos que se tiene, no está permitido.
3) No está permitido abortar si el niño está en estado de coágulo o de embrión, a menos que un comité de médicos competentes considere que el embarazo pone en peligro la vida de la madre. En ese caso, está permitido practicar el aborto después de haber realizado otros medios para evitar tales males peligrosos.
4) Después de la tercera fase y después de los cuatro primeros meses del embarazo, no está permitido abortar a menos que un grupo de médicos especialistas y dignos de confianza decidan que la persistencia del feto en el vientre de la madre podría provocar la muerte de ésta última y después de haber realizado todos los otros medios posibles para proteger la vida del niño. El aborto aquí se tolera bajo estas condiciones, según el principio estipulando que de dos males es necesario rechazar el más grave y que de dos beneficios es necesario realizar el más importante.
En cualquier caso, la asamblea aconseja a todos que teman a Allah –alabado y ensalzado sea- y que demuestren la circunspección con respecto a este género de problemas.
Es de Allah de donde proviene la ayuda y que la paz y las bendiciones de Allah sean con nuestro Profeta Muhammad, así como con su familia y sus compañeros.
Sheikh Al-Uthaymin –que Allah le tenga misericordia- dijo:
“Si lo que se entiende por aborto es la destrucción del embrión, y es realizado después de que el alma haya sido insuflada, entonces es ilícito sin ninguna duda. En efecto, [este acto] viene a ser matar a un alma sin ningún derecho. Matar a un alma sagrada [alma que está protegida, según los derechos que Allah dio a los seres humanos] es ilícito en el Corán, la Sunna y la unanimidad de los sabios”. [3]
El Imam Ibn Jawzi –que Allah le tenga misericordia- dijo:
“El objetivo del matrimonio no es otro que el de la procreación. Y el feto solamente formándose en una parte del liquido, ya es cuando éste es constituido, el objetivo es alcanzado. El abortar va en contra del bien fundado y de la sabiduría. Excepto si se efectua al principio del embarazo, en efecto, antes de que el alma sea insuflada al feto. El pecado es grave porque el feto está prácticamente constituido pero el pecado es menor comparado con el aborto efectuado después de que el alma haya sido insuflada. Si tu premeditas el aborto después de que el alma fue insuflada, habrás matado a un creyente.
“Y cuando se le pregunte a la niña enterrada viva, qué pecado cometió para que la mataran” (81:8-9)
¡Teme pues a Allah, oh tú musulmana, y no pienses en cometer tal crimen por una razón vana y mucho menos te dejes engañar por ideologías falsas ni por principios que extravían y que no están en conformidad ni con la religión ni con la razón!”.
Notas:
[1] Hadith autentico narrado por Bukhari y Muslim
[2] Majmu’ Al-Fatawa, tomo 11, pág: 151
[3] Risalat Ad-Dima At-Tabi’iya Li Nisaa, pág: 60
[4] Ahkam An-Nisaa, pág: 108 y 109.
Articulo extraído de
Traducido por Ummu Darda Al Andalusiya
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