La educación de los hijos


La educación de los hijos es algo complejo que exige paciencia y saber hacer.
Algunos hijos piden que se actúe con ellos con dulzura, y si se hace lo contrario, se obstinan.
Otros hijos piden que se sea más severo con ellos, pero esta severidad no ha de superar los límites de lo que es tolerable.
Si se traspasan estos límites, ello conducirá al hijo a obstinarse y a no escuchar las órdenes de sus padres.
Pedimos a Allah, que conceda una buena educación [a nuestros hijos], y es una gran responsabilidad que pesa sobre los hombros de los padres, Allah –alabado y ensalzado sea- dice:
“¡Oh creyentes! Protegeos a vosotros [mismos] así como a vuestras familias de un fuego cuyo combustible serán los hombres y las piedras”.

‘Abdullah Ibn ‘Umar relató que el Profeta –la paz y las bendiciones de Allah sean con el- dijo:
“Cada uno de vosotros es un pastor y cada uno de vosotros es responsable de su rebaño. El imam es un pastor y es responsable de su rebaño. El hombre es un pastor en su familia y es responsable de su rebaño. La mujer es una pastora en casa de su esposo y es responsable de su rebaño. El esclavo es un pastor quién tiene a cargo los bienes de su amo y es responsable de su rebaño. Así, cada uno de vosotros es un pastor y responsable de su rebaño”.
(Bukhari y Muslim)

Los padres necesariamente deben ayudarse en la educación de sus hijos. Y si uno [de los dos] descuida su responsabilidad, habrá una falta por un lado, excepto si Allah quiere [que sea diferente].

- Hay que enseñar a los hijos en función de su nivel y comprensión, por ejemplo:

En pequeña edad:

-   Se repite al hijo el nombre “Allah”, mostrándole con el dedo el cielo [queriéndole enseñar que Allah –alabado y ensalzado sea- está en el cielo (Fis-Samaa).]

-   Si se le da alguna cosa para comer, como pan u otro, se le da con la mano derecha.


-  Si el alimento está caliente, no se ha de soplar, dado que el Profeta –la paz y las bendiciones de Allah sean con el- prohibió soplar en el plato. Y si el hijo ve que alguien lo hace, inmediatamente lo imitará. Así mismo con toda cosa [el hijo acaba imitando], en conformidad con lo que dijo el Profeta –la paz y las bendiciones de Allah sean con el-:

“Todo recién nacido nace en la fitra [en la naturaleza sana], y son sus padres quienes  hacen de él un judío, un cristiano o un adorador del fuego”.

También en el hadith narrado por el Imam Muslim según ‘Iyad Ibn ‘Umar, el Profeta –la paz y las bendiciones de Allah sean con el- dijo:

“Allah dijo: Creé a mis siervos sobre la vía recta [hunafa], después los demonios les desviaron”.


-    A partir de un año y medio, si quiere comer o beber, se le recuerda decir “bismillah”, a continuación se le hará normal y lo dirá por sí mismo.

-   Cuando  se ve que puede entender los pilares del Islam, de la fe [iman] y de la beneficencia [ihsan], se les enseña. No preciso edad ya que la palabra y la memoria varía de un hijo a otro.

Los pilares del Islam son: según Ibn ‘Abbas, el Profeta –la paz y las bendiciones de Allah sean con el- dijo:

“El Islam está  edificado sobre cinco pilares: El testimonio de que no hay otra divinidad digna de ser adorada que Allah y que Muhammad es Su Mensajero, llevar a cabo el rezo ritual, dar el zakat [impuesto ritual], peregrinar a la Casa de Allah y ayunar el mes de Ramadán”.

(Bukhari y Muslim)

Los pilares de la fe son: según Abu Huraira, el Profeta –la paz y las bendiciones de Allah sean con el- dijo:

“La fe consiste en que creas en Allah, en Sus Ángeles, en Sus Libros, en Sus Mensajeros, en el Último Día [día de la resurrección] y en el destino te sea favorable o no”.

(Al-Bukhari y Muslim)


El pilar de la beneficencia es:

“Que adores a Allah como si le vieras, aunque no le veas, porque Él te ve”.

(Al-Bukhari y Muslim)


-  Hay que enseñarle las reglas de la ablución.

- Si come en un plato, se le ha de decir que coma lo que está delante de él, según ‘Umar Ibn Abi Salam relató: Yo comía y mi mano se paseaba por todas partes del plato, entonces el Profeta –la paz y las bendiciones de Allah sean con el- me dijo:

“¡Oh hijo mío! Pronuncia el nombre de Allah, come con la mano derecha y lo que está delante de ti [en el plato]”.


-  Hay que habituarle a realizar el bien, y cuando alcance la edad de siete años, es necesario ejercerle a cumplir la oración. Abu Dawud narra (…) que el Profeta –la paz y las bendiciones de Allah sean con el- dijo:

“Ordenad a vuestros hijos que realicen la oración a la edad  de siete años, pegadles [si no la realizan] a la edad de diez años y separadles en las camas” (…)

- Separar a los hijos en las camas a la edad de diez años, según el hadith anterior.

-  Entrenarle a que ayune, si ello no le debilita, para que se acostumbre al ayuno cuando sea grande. Al-Bukhari tituló un capítulo de su Sahih: “El ayuno de los hijos” (…) según Rubay’ Bint Mu’awid, el Profeta –la paz y las bendiciones de Allah sean con el- envió un mensaje a las ciudades de los Ansar el día de de ‘Ashura , en el que decía:


“Quien se levante [de dormir] sin haber ayunado que continúe así y quien ayune que termine su ayuno”.

Rubay’ dijo: A continuación, ayunemos ese día e hicimos ayunar a nuestros hijos y si uno de ellos lloraba a causa del hambre, le dábamos un juguete de lana para que fuese paciente hasta la ruptura [del ayuno].


-  Hay que enseñar al hijo la creencia autentica, explicándosela como la explicó el Profeta –la paz y las bendiciones de Allah sean con el- a Ibn ‘Abbas:

“¡Oh hijo mío! Te voy a enseñar algunos preceptos. Observa [practica] las ordenes de Allah, y Él te protegerá. Observa [practica] las ordenes de Allah, y lo encontrarás delante de ti. Si pides alguna cosa, pídela a Allah. Si buscas ayuda, búscala ante Allah. Sabe que si la comunidad se uniera para beneficiarte, te beneficiarían en lo que Allah te escribió [decretó], y si se reunieran para perjudicarte, te perjudicarían en lo que Allah te escribió [decretó]. Las plumas fueron levantadas y la tinta de las hojas se secó”.




-  Hay que aconsejar al hijo en la manera que lo hizo Luqman, Allah –alabado y ensalzado sea- dice:
“Y cuando Luqman exhortó a su hijo diciéndole: ¡Oh Hijito [Ya bunayya]!  ¡No asocies a Allah otros dioses, que la asociación es una impiedad enorme!”. Hemos ordenado al hombre [la beneficencia] hacia sus padres, su madre lo llevó [sufriendo por él] pena tras pena, y lo destetó a los dos años. “Sé agradecido Conmigo y con tus padres. ¡Soy Yo el fin de todo! Pero si te fuerzan para que Me asocies aquello de lo que tienes conocimiento, no les obedezcas, pero vive con ellos en ésta vida [mundanal] de manera conveniente [amablemente]. Y sigue el sendero de quién vuelve arrepentido a Mí. Luego, volveréis a Mí y ya os informaré de lo que hacíais. “¡Oh Hijito! Aunque se trate de algo del peso de un grano de mostaza y esté escondido en una roca, en los cielos o en la tierra, Allah lo sacará a la luz. Allah es sutil, está bien informado [de cómo obramos].  ¡Oh Hijito! Realiza la oración, ordena el bien, prohíbe el mal y sé paciente con lo que te acontezca [durante la adversidad]. Eso sí que es dar muestra de resolución. No pongas mala cara a la gente, ni pises la tierra con arrogancia, Allah no ama a nadie que sea presumido, jactancioso. Sé modesto en tus andares, habla en voz baja, la voz más desagradable es, ciertamente la del asno”. (Luqman: 13-19)

-   Hay que enseñarle a pedir permiso cuando quiere entrar [en  algún lugar], Allah –alabado y ensalzado sea- dice:

“¡Oh Creyentes! Que las esclavas que vosotras poseáis y los hijos que todavía no alcanzaron la pubertad, os pidan permiso antes de entrar, en tres momentos: antes de la oración del alba, a mediodía cuando os retiráis vuestras vestimentas, así como después de la oración de la noche; tres ocasiones en las que os desvestís. Fuera de estos momentos, no  hay reproche alguno ni a vosotros ni a ellos de ir y venir, los unos junto a los otros. Es así como Allah os expone claramente Sus versículos, y Allah es Omnisciente y Sabio”.

- Hay que enseñarle las cosas prohibidas para que se aleje [de ellas], Abu Huraira –que Allah esté complacido con el- relató que Al-Hassan cogió un dátil dado en limosna y lo puso en su boca, y el Profeta –la paz y las bendiciones de Allah sean con el- le dijo:

“¡Escupe! ¡Escupe! Y apártate [del dátil], [acaso] no sabes que nosotros no comemos de limosna?”.


-  Hay que explicarle los sentidos de las aleyas y de los hadices que se le recita.

-   Hay que vincular su corazón a Allah –alabado y ensalzado sea-, mientras que algunos niños, vincularán su corazón a esta vida o a los diplomas. Sus corazones están llenos de tinieblas y probablemente esas tinieblas le arrebaten.


-   Hay que cuidar de él, enseñándole el Corán,  es necesario enseñarle todos los días, aunque solo sea una aleya. Los que se dedican al Corán, son los mejores de la gente, como fue narrado por Al-Bukhari según ‘Uthman Ibn ‘Affan, el Profeta –la paz y las bendiciones de Allah sean con el- dijo:

“El mejor de vosotros es el que aprende el Corán y lo enseña a los demás”.

Y el Profeta –la paz y las bendiciones de Allah sean con el- recomendó dar importancia al Corán. Al-Bukhari narró que Talha preguntó a ‘Abdallah Ibn Abi Awfa: “¿El Profeta recomendó alguna cosa?” Él dijo: “no”. Yo dije:” Como pues llegó a la gente su recomendación: se les ordenó pero no recomendó? Él dijo: Él les recomendó el Libro de Allah”. Al-Hafid Ibn Hajar dijo: El sentido de lo que dijo “él les recomendó el  Libro de Allah” significa aprenderlo con el corazón, seguirlo, poner en práctica sus órdenes, alejarse de sus prohibiciones, recitarlo y memorizarlo constantemente.

Y el Corán intercederá para el que lo aprende, como fue narrado por el Imam Muslim según Abu Umama Al-Bahili, el Profeta –la paz y las bendiciones de Allah sean con el- dijo:

“Leed el Corán, ya que él intercederá el Día de la Resurrección por los que lo leían”.

También narró según An-Nawas Ibn Sam’an Al-Kilabi, que el Profeta –la paz y las bendiciones de Allah sean con el- dijo:

“Se hará venir al Corán y a los que lo ponían en práctica. Sura Al-Baqara y Al-‘Imran estarán delante e intercederán por el que los hubiese aprendido”.

Hay muchos hadices sobre las virtudes del Corán y de los que lo aprenden:

‘Aisha –que Allah esté complacido con ella- relató que el Profeta –la paz y las bendiciones de Allah sean con el- dijo:

“Quien lea el Corán con soltura está entre los escribas nobles y piadosos [ángeles] y quien lea con dificultad tendrá dos recompensas”.

(Al-Bukhari y Muslim)

Abu Musa Al-Ash’ari relató que el Profeta –la paz y las bendiciones de Allah sean con el- dijo:

“El creyente que lee el Corán es como el limón, su olor y su gusto son buenos; el creyente que no lee el Corán es como el dátil: no tiene olor y su gusto es bueno; el hipócrita que lee el Corán es como la albahaca: su olor es bueno y su gusto es amargo; y el hipócrita que no lee el Corán es como la coloquíntida [clase de pepino]: no tiene olor y su gusto es amargo”.

(Al-Bukhari y Muslim)

‘Abdullah Ibn ‘Umar relató que el Profeta –la paz y las bendiciones de Allah sean con el- dijo:

“Por éste Libro, Allah elevó a unos pueblos y rebajó a otros”.

(Muslim)


‘Abdullah Ibn ‘Amru Ibn Al-‘As relató que el Profeta –la paz y las bendiciones de Allah sean con el- dijo:

“Se dirá al que leía el Corán: recita melodiosamente como recitabas en la tierra, tu grado [en el paraíso] será en función de la última aleya que recites”.

(Ahmad, Abu Dawud, At-Tirmidi)


‘Abdullah Ibn ‘Umar relató que el Profeta –la paz y las bendiciones de Allah sean con el- dijo:

“Los celos están prohibidos a excepción de dos casos: a un hombre al que Allah le dio el Corán y lo pone en práctica noche y día y a un hombre al que Allah le dio dinero y lo gasta [por Su causa] noche y día”.

(Al-Bukhari y Muslim)


Y el que aprende [el Corán] debe revisarlo bajo la preocupación de olvidar rápidamente lo que aprendió, el Imam Al-Bukhari narró según Abu Musa que el Profeta –la paz y las bendiciones de Allah sean con el- dijo:

“Revisad el Corán, ya que Por el Que tiene mi alma en Su mano, que es más rápido en escaparse [de la memoria] que un camello que no está atado”.


-   No hay que dejar a los hijos frecuentar a los hijos de la gente grosera, dado que eso hará que cojan sus malvadas costumbres, y ello destruirá lo que aprendió. El poeta dijo: “El hijo aprende lo que se le da y no lo olvida, ya que su corazón es como una joya pura. Grava en su corazón lo que quieras, él se acordará”. El espíritu del hijo está vacío, dispuesto a aceptar todo, como se dijo: “ [Enseñar a un hijo] durante la juventud es como gravar en una piedra”.

-  No hay que dejar al hijo salir de noche, dado que los diablos se extienden en ese momento y pueden dañarle. El Imam Al-Bukhari narró según Jabir Ibn ‘Abdillah que el Profeta –la paz y las bendiciones de Allah sean con el- dijo:
“Cuando el sol se va, haced que regresen vuestros hijos, ya que los demonios salen en ese momento. Luego cuando haya pasado una hora, dejadles y cerrad las puertas mencionando el nombre de Allah, puesto que los demonios no pueden abrir una puerta cerrada”.

-   A veces hay que dejar al hijo jugar solo, porque si se le impide constantemente jugar, será menos disponible intelectualmente y se aburrirá.

Si los padres quieren educar a sus hijos, que les den una educación islámica, que les enseñen el Corán y la sunna. De entre las cosas que ascienden [los grados] de los padres en el más allá, si son musulmanes, es la invocación del hijo piadoso [que realiza para ellos],  como fue narrado por el Imam Muslim según Abu Huraira, que el Profeta –la paz y las bendiciones de Allah sean con el- dijo:

“Cuando el hijo de Adam muere, sus obras se detienen, excepto por tres de ellas: una limosna continúa, un conocimiento del cual se beneficia la gente y un hijo piadoso que invoca por él”.

Abu Huraira relató que el Profeta –la paz y las bendiciones de Allah sean con el- dijo:
“Se elevará el rango del siervo piadoso hacia el paraíso y él dirá: ¿Oh Señor, cómo podría tener esto? Se le dirá: gracias a la petición de perdón de tu hijo por ti”.
(Sahih Al-Musnad)

Si los padres y los hijos son piadosos, pero éstos últimos no alcanzan el nivel de sus padres, Allah los elevará al nivel de sus padres, Allah –alabado y ensalzado sea- dice:
“Reuniremos con los creyentes a los descendientes que les siguieron en la fe. No les menoscabaremos nada de sus obras. Y no disminuiremos el merito de sus obras, cada [uno tendrá] lo que hubo adquirido”. (At-Tur: 21)

El hijo puede ser una bendición para sus padres, obedeciéndoles, siendo bueno con ellos, y es lo que los piadosos piden a su Señor, como Allah –alabado y ensalzado sea- dice:
“Y los que dicen: “Señor, haz de nuestras esposas y de nuestros hijos la alegría de nuestros ojos y haz de nosotros guías [modelos] para los piadosos”.

-  Hay que tratar de que el hijo frecuente a la gente piadosa, por ello esta madre piadosa como fue Umm Sulaym llevó a su hijo Anas al Profeta –la paz y las bendiciones de Allah sean con el- diciéndole: Oh Mensajero de Allah, Anas está a tu servicio, invoca a Allah por él. Entonces, él dijo:

“¡Oh Señor! Aumenta y bendice su riqueza y sus hijos”.


Umm Hudaifa preguntó a su hijo Hudaifa Ibn Al-Yaman: ¿Cuándo debes verlo? Refiriéndose al Profeta –la paz y las bendiciones de Allah sean con el-. Yo le dije: no lo pude ver desde, tanto y tanto. Ella no cesó de reprocharme, y le dije: déjame, iré a rezar con el Profeta –la paz y las bendiciones de Allah sean con el- la oración del maghrib y le pediré que pida perdón por ti y por mí. Fui a ver al Profeta –la paz y las bendiciones de Allah sean con el-, realicé la oración del maghrib con él, se fue y le seguí. Escuchó mi voz y dijo: “¿Quién es, Hudaifa?“ Yo dije: “Sí, soy yo”. Él dijo: “¿Qué deseas, que Allah te perdone así como a tu madre? Él dijo: Este ángel jamás descendió sobre la tierra antes de esta noche, él pidió permiso a Allah para saludarme y me anunció que Fátima es la princesa de las mujeres del paraíso”.

(At-Tirmidi)


Los padres deben hacer muchos esfuerzos en la educación de sus hijos, y la guía permanece entre las manos de Allah –alabado y ensalzado sea-. El hombre no puede guiarse por sí mismo, cómo podría hacerlo por otro? [Se encuentra un ejemplo] en  Nuh, uno de los profetas de Allah que no pudo guiar a su hijo, sin embargo le incitaba a estar con ellos y no con los incrédulos, como Allah –alabado y ensalzado sea- dice:

“Nuh llamó a su hijo, que se había quedado aparte [no muy lejos del arca]: “¡Hijito [Ya bunayya]! Sube con nosotros, no te quedes con los infieles”. Él respondió: “Me refugiaré en una montaña que me proteja del agua”. Y Nuh le dijo: “Hoy nadie encontrará protección contra la orden de Allah, [todos perecerán] salvo aquél de quien Él se apiade”. Se interpusieron entre ambos las olas y [el hijo] fue de los que se ahogaron. (Hud: 42-43)


Lo mismo sucedió a Ibrahim que exhortaba a su padre a que dejase de cometer politeísmo, como fue informado en numerosas suras, sin embargo no siguió los consejos de su hijo, y por el contrario dijo:

“Si no cesas, he de lapidarte. ¡Aléjate de mí por algún tiempo!” (Maryam:46)


Así como nuestro Profeta Muhammad –que la paz y las bendiciones de Allah sean con el- que incitaba a su tío Abu Talib a someterse [a Allah], a pesar de todo se negó y murió en el politeísmo. Y los ejemplos son numerosos, incluso entre los salaf:

Shu’ba Ibn Al-Hajaj decía: “Tuve un hijo y le llamé Sa’d, pero no salió bien [ma sa’ada]. Le decía: ves a ver a Hisham Ad-Dustawa’i. Y él me respondía: prefiero divertirme con las palomas”. (Mizan Al-‘Itidal 2/122)

Isma’il Ibn Ibrahim Ibn Muqasim fue un hombre piadoso, y de entre sus hijos estaba Ibrahim, quién era un puro jahmi [seguidor de una secta desviada], decía que el Corán fue creado.

La guía está pues entre las manos de Allah, pero es necesario  realizar las causas [de la guía], y si Allah quiere el bien [para el hijo], le hará seguir los consejos [de sus padres], y si quiere otra cosa para él, hará que permanezca en su vía, como dijo el poeta: “Si la naturaleza es mala, ni el buen comportamiento ni el educador serán de ninguna utilidad”.

Algunos hijos son pruebas para sus padres, es por lo que Allah –alabado y ensalzado sea- dice:
“¡Creyentes! [Inna min azwajikum wa awladikum ‘aduwwan lakum]En algunas de vuestras esposas y en algunos de vuestros hijos tenéis un enemigo [una tentación, prueba]. ¡Tened cuidado!”. (At-Taghabun:14)

En esta aleya “en” (min, en árabe) significa: algunos.

“¡Oh Creyentes! Que ni  vuestros bienes ni vuestros hijos os distraigan del recuerdo de Allah. Quienes eso hacen, son los que pierden”. (Al-Munafiqun:63)

El hijo es una prueba para sus padres si es la causa de su alejamiento de la religión
(Ejemplos)

-  Si el padre es musulmán, su hijo se enferma y él intenta por todos los medios curarle a tal punto de acudir a los videntes o a los adivinos, lo que es de incredulidad, porque pretenden conocer lo Invisible, que solo Allah –alabado y ensalzado sea- conoce:
Y Allah no os ha hecho conocer lo invisible”. (Al-‘Imran:179)

“Las llaves de lo Invisible están ante Él, nadie las conoce a parte de Él…” (Al-An’am:59)

Y hay muchas otras pruebas. Así, por la causa de su hijo, ése padre cometerá un acto de politeísmo.

-  Otros descuidan sus obligaciones [religiosas] para proporcionar a sus hijos sus necesidades y distraerles.

-  Otros instalan la televisión [en su casa] para distraer a sus hijos, mientras que la televisión es haram, por todo el mal que incluye: las imágenes, los instrumentos de música, observar a los hombres y a las mujeres, su adhesión a los principios de los enemigos del Islam, y otros males.

[Realizando tales cosas] el hijo puede ser un enemigo para sus padres, y no les servirá de ninguna utilidad el Día de la resurrección, al contrario, se escapará de ellos, como Allah –alabado y ensalzado sea- dice:

“El día que el hombre huirá de su hermano, de su madre y de su padre, de su compañera y de sus hijos , puesto que cada uno de ellos, ese día, estará preocupado [únicamente] por sí mismo”. (‘Abasa:34-37)

Y quienquiera que sea probado [por Allah] con un hijo desobediente, que invoque a su Señor, como Allah –alabado y ensalzado sea- dice:
“Y vuestro señor dice: invocadme, que os responderé…” (Al-Ghafir:60)

La dulzura de los padres se restringe por los límites de la Legislación, por lo que no está permitido realizar un acto ilícito por un hijo.

Fuente: Libro Nasihati Lin-Nisaa, pág: 54-55
Por Umm Abdillah Al Wadi’iyya
Extraído de: www.salafs.com
Traducido por Ummu Darda Al Andalusiya

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